Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el brote de COVID-19
Fuente: Organización Panamericana de la Salud
Actualizado el 18 de marzo de 2020
12 de marzo del 2020
En enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de la enfermedad
por el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) como una emergencia de salud pública de importancia
internacional. La OMS afirmó que existe un riesgo alto de diseminación de la enfermedad por
COVID-19 a otros países en todo el mundo. En marzo del 2020, tras una evaluación la OMS decidió
que COVID-19 puede ser caracterizado como una pandemia.
La OMS y las autoridades de salud pública de todo el mundo están actuando para contener el brote
de COVID-19. Sin embargo, este momento de crisis está generando estrés en la población. Estas
consideraciones de salud mental fueron elaboradas por el Departamento de la OMS de Salud
Mental y Uso de Sustancias, como mensajes dirigidos a diferentes grupos clave para apoyar el
bienestar psicosocial y la salud mental durante el brote de COVID-19.
Población general
1. La enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) ya ha afectado, y es probable que siga
afectando, a la población de muchos países, en numerosos lugares del mundo. Este virus no
debe asociarse con ningún grupo étnico ni nacionalidad. Demuestre empatía hacia todas las
personas afectadas, dentro de un país dado o procedentes de cualquier país. Recuerde que
las personas que están afectadas por COVID-19 no han hecho nada malo, no tienen culpa y
merecen nuestro apoyo, compasión y amabilidad. Cada persona puede contribuir a reducir
los riesgos a nivel individual, familiar, comunitario y social.
2. No se refiera a las personas que tienen la enfermedad como “casos de COVID-19”, las
“víctimas”, las “familias de COVID-19” o los “enfermos”. Se trata de “personas que tienen
COVID-19”, “personas que están en tratamiento para COVID-19”, “personas que se están
recuperando de COVID-19” y que, una vez superada la enfermedad, seguirán adelante con
su vida, su trabajo, su familia y sus seres queridos. Es importante separar a la persona de
tener una identidad definida por COVID-19, para reducir el estigma.
3. Minimice el tiempo que dedica a mirar, leer o escuchar noticias que le causen ansiedad o
angustia. Busque información únicamente de fuentes confiables y principalmente sobre
medidas prácticas que le ayuden a hacer planes de protección para usted y sus seres
queridos. Busque actualizaciones de la información una o dos veces al día, a horas
específicas. El flujo repentino y casi constante de noticias acerca de un brote epidémico
puede hacer que cualquiera se sienta preocupado. Infórmese sobre lo que en realidad está
sucediendo, no escuche los rumores y la información errónea. Recopile información a
intervalos regulares, del sitio web de la OMS, el sitio web de la OPS y de las plataformas de las
autoridades nacionales y locales de salud, a fin de ayudarle a distinguir los hechos de los
rumores. Conocer las informaciones fiables pueden ayudar a minimizar el miedo.
4. Protéjase a usted mismo y brinde apoyo a otras personas. Ayudar a otros que lo necesitan
puede ser beneficioso, no solo para la persona que lo recibe sino también para quien lo
ofrece. Por ejemplo, llame por teléfono a sus vecinos o a las personas en su comunidad que
puedan necesitar asistencia adicional. Trabajar juntos como una sola comunidad puede
ayudar a crear solidaridad al abordar juntos COVID-19.
5. Busque oportunidades de amplificar las historias e imágenes positivas y alentadoras de
personas de su localidad que tuvieron COVID-19, por ejemplo, historias sobre las personas
que se recuperaron o que cuidaron a un ser querido durante la recuperación y que estén
dispuestas a hablar sobre esta experiencia.
6. Reconozca la importancia de las personas que cuidan a otros y de los trabajadores de salud
que se están ocupando de las personas con COVID-19 en su comunidad. Reconozca
asimismo el papel que desempeñan para salvar vidas y mantener seguros a sus seres
queridos.
Trabajadores de salud
7. En el caso de los trabajadores de salud, sentirse bajo presión es una experiencia que usted y
muchos de sus colegas probablemente estén viviendo; de hecho, es muy normal sentirse así
en la situación actual. El estrés y los sentimientos que lo acompañan no son reflejo, de
ninguna manera, de que usted no puede hacer su trabajo o de que sea débil. Atender su salud
mental y su bienestar psicosocial en estos momentos es tan importante como cuidar su salud
física.
8. Cuídese mucho en estos momentos. Pruebe y adopte estrategias útiles de respuesta, como
descansar y hacer pausas durante el trabajo o entre turnos, alimentarse saludablemente y
en cantidad suficiente, realizar actividad física, y mantenerse en contacto con la familia y los
amigos. Trate de no adoptar estrategias de respuesta inadecuadas como el consumo de
tabaco, alcohol u otras drogas. A largo plazo, esto podría empeorar su bienestar mental y
físico. Se trata de una situación única y sin precedentes para muchos trabajadores, en
especial si nunca antes habían participado en respuestas similares. Las estrategias que en
otras ocasiones le han ayudado a manejar el estrés pueden ser útiles también en este
momento. Usted probablemente sepa cómo aliviar el estrés y no debe dudar en mantenerse
psicológicamente bien. Esta no es una carrera de velocidad, es una maratón a largo plazo.
9. Es posible que algunos trabajadores de salud perciban que su familia o su comunidad no
quieren tenerlos cerca debido al riesgo, al estigma o al temor. Esto puede contribuir a que
una situación ya complicada resulte mucho más difícil. De ser posible, mantenga la
comunicación con sus seres queridos; para lograrlo, pueden resultar útiles los medios
digitales que ofrecen una buena manera de mantener el contacto. Recurra a sus colegas, al
gerente de su establecimiento o a otras personas de confianza para recibir apoyo social, ya
que es posible que sus colegas estén viviendo experiencias similares a la suya.
10. Utilice maneras adecuadas para intercambiar mensajes con las personas que tienen
discapacidades intelectuales, cognitivas o psicosociales. Si usted es líder de un equipo o
gerente en un establecimiento de salud, utilice formas de comunicarse que no dependan
exclusivamente de la información escrita.
11. Sepa cómo brindar apoyo a las personas que se han visto afectadas por COVID-19 y cómo
vincularlas con los recursos disponibles. Esto es especialmente importante para quienes
requieran apoyo psicosocial y de salud mental. El estigma asociado con los problemas de
salud mental podría causar cierta renuencia a buscar atención tanto por COVID-19 como por
los trastornos de salud mental. La Guía de intervención humanitaria mhGAP proporciona
orientación clínica para abordar los trastornos de salud mental prioritarios y ha sido pensada
para abordar las condiciones de salud mental prioritarias en situaciones humanitarias y se
dirige a trabajadores de salud en general.
Líderes de un equipo o gerentes de un establecimiento de salud
12. Mantener una buena salud mental y lidiar con el estrés del personal durante la respuesta
ayudará a que estén mejor preparados para cumplir sus funciones. Tenga en cuenta que esta
situación no va a desaparecer de la noche a la mañana y que debe enfocarse en la capacidad
ocupacional a largo plazo en lugar de las respuestas reiteradas a crisis a corto plazo.
13. Asegúrese de mantener una comunicación de buena calidad y de brindar actualizaciones
precisas de la información a todo el personal. Haga que el personal rote entre las funciones
que crean un nivel alto de estrés y las que causan menos estrés. Haga que los trabajadores
sin experiencia trabajen de cerca con sus colegas más experimentados. Los compañeros
ayudan a brindar apoyo, vigilar el estrés y reforzar los procedimientos de seguridad. Inicie,
promueva y compruebe los descansos en el trabajo. Establezca horarios flexibles para los
trabajadores que estén directamente afectados o que tengan familiares afectados.
Asegúrese de brindar tiempo para que los colegas se den apoyo social entre ellos, si es
recomendable, de manera virtual.
14. Si usted es líder de un equipo o gerente de un establecimiento de salud, identifique los
medios adecuados para brindar servicios psicosociales y de apoyo para la salud mental,
aprovechando las modalidades virtuales; además, asegúrese de que el personal sepa que
estos servicios están a su disposición. Los gerentes y los líderes de los equipos también están
expuestos a condiciones estresantes similares a las de su personal y, posiblemente, a una
mayor presión debido al nivel de responsabilidad de su cargo. Es importante que se hayan
adoptado las disposiciones y estrategias anteriores tanto para los trabajadores como para
los gerentes, y que estos puedan demostrar estrategias de autocuidado para mitigar el
estrés, que puedan servir de ejemplo a los demás.
15. Brinde orientación a las personas que prestan el primer nivel de respuesta, como
enfermeras, conductores de ambulancias, voluntarios, personas que detectan los casos,
maestros y líderes comunitarios, así como a los trabajadores de los sitios de cuarentena,
acerca de la manera de prestar apoyo emocional y práctico básico a las personas afectadas,
por medio de orientación como la primera ayuda psicológica.
16. Identifique y gestione las necesidades urgentes de salud mental y neurológica (por ejemplo,
confusión, psicosis, ansiedad grave o depresión) en los establecimientos de atención de
emergencia o atención de salud general. Considere implementar de forma virtual acciones
de salud mental, así como capacitaciones al personal de salud general para que pueda
brindar intervenciones básicas de apoyo psicosocial y en salud mental (véase la Guía de
intervención humanitaria mhGAP).
17. Asegúrese de que se disponga de medicamentos psicotrópicos genéricos esenciales para las
personas que lo necesiten. Las personas que tienen trastornos crónicos de salud mental o
ataques epilépticos necesitarán acceso ininterrumpido a su medicación, y se debe evitar la
discontinuación repentina.
Para quienes tienen niños bajo su cuidado
18. Ayude a los niños a encontrar maneras positivas de expresar sus sentimientos, como el
temor y la tristeza. Cada niño tiene su propia manera de expresar sus emociones. Algunas
veces, la participación en una actividad creativa, como jugar y dibujar, puede facilitar este
proceso. Los niños se sienten aliviados si pueden expresar y comunicar sus sentimientos en
un entorno seguro y de apoyo.
19. Mantenga a los niños cerca de sus padres y la familia, si se considera que esto es seguro y,
en lo posible, evite separarlos de las personas con las que viven. Si es necesario separar a un
niño de su cuidador principal, asegúrese de que haya un cuidado y seguimiento alternativo
adecuado. Además, compruebe que durante los períodos de separación se mantenga el
contacto regular con padres, cuidadores y otros niños, por ejemplo, por medio de llamadas
telefónicas o de video u otra comunicación adecuada para la edad (por ejemplo, uso de las
redes sociales según la edad del niño), que podrían hacerse dos veces al día.
20. En la medida de lo posible, mantenga las rutinas familiares en la vida cotidiana o cree nuevas
rutinas, en especial si los niños tienen que permanecer en la casa. Organice actividades
interesantes y apropiadas para la edad, incluidas las actividades de aprendizaje. De ser
posible, aliente a los niños a que sigan jugando y socializando con otros, aunque solo sea
dentro de la familia cuando se haya recomendado limitar el contacto social.
21. Durante las épocas de crisis y estrés, es común que los niños muestren más necesidad de
estar cerca de sus padres y de recibir más atención. Hable sobre COVID-19 con los niños y
apóyese en información franca y adecuada para la edad. Si sus hijos tienen preocupaciones,
abordarlas juntos podría disminuir la ansiedad. Los niños observarán los comportamientos y
las emociones de los adultos para buscar señales que les indiquen cómo manejar sus propias
emociones en los momentos difíciles.
Para adultos mayores, cuidadores y personas con trastornos de salud subyacentes
22. Las personas mayores, en especial si están aisladas y tienen algún deterioro cognitivo o
demencia, pueden volverse más ansiosas, enojadas, estresadas, agitadas y retraídas durante
el brote o mientras están en cuarentena. Suministre apoyo práctico y emocional por parte
de familiares, cuidadores y profesionales de la salud.
23. Transmita datos sencillos acerca de lo que está pasando y suministre información clara sobre
la manera de reducir el riesgo de infección, en palabras que las personas con o sin deterioro
cognitivo puedan entender. Repita la información cada vez que sea necesario. Las
instrucciones deben comunicarse de manera clara, concisa, respetuosa y paciente; es
posible que también resulte útil transmitir información por escrito o por medio de imágenes.
Haga que la familia y otras redes de apoyo participen en aportar información y ayúdeles a
practicar las medidas preventivas (por ejemplo, lavado de las manos, etc.).
24. Si usted tiene una afección de salud subyacente, asegúrese de tener acceso a todos los
medicamentos que esté usando actualmente. Active sus contactos sociales para que, de ser
necesario, le brinden asistencia.
25. Esté preparado y sepa de antemano dónde y cómo obtener ayuda práctica si la necesita,
como la manera de llamar a un taxi, recibir comida o solicitar atención médica. Asegúrese de
tener al menos dos semanas de toda la medicación regular que pueda necesitar.
26. Aprenda ejercicios físicos simples que pueda realizar a diario en su casa, en cuarentena o en
aislamiento para mantener la movilidad y reducir el aburrimiento.
27. Mantenga la rutina y los horarios habituales en la medida de lo posible o ayude a crear
nuevas rutinas u horarios, incluido el ejercicio regular, la limpieza y las tareas domésticas
diarias, y otras actividades como cantar y bailar. Mantenga contacto regular con sus seres
queridos (por ejemplo, por teléfono o de otra manera).
Personas en aislamiento o cuarentena
28. Siga conectado y mantenga sus redes de relaciones sociales. Incluso en las situaciones de
aislamiento, trate en lo posible de mantener sus rutinas personales diarias o cree otras
nuevas. Si las autoridades de salud han recomendado limitar su contacto físico social para
controlar el brote, puede seguir conectado por medio del correo electrónico, las redes
sociales, videoconferencias y teléfono.
29. En los períodos de estrés, preste atención a sus propias necesidades y sentimientos.
Ocúpese de actividades saludables que le gusten y que encuentre relajantes. Haga ejercicio
regularmente, mantenga sus rutinas habituales de sueño y consuma alimentos saludables.
Los instituciones de salud pública y los expertos de todos los países están trabajando en
torno al brote para asegurar que todas las personas afectadas dispongan de la mejor
atención posible.
30. Un flujo casi constante de noticias acerca de un brote puede llevar a que una persona se
sienta ansiosa o angustiada. Busque actualizaciones de la información y orientación práctica
a ciertas horas del día, procedente de profesionales de la salud y del sitio web de la OMS;
además, trate de no escuchar ni de dar seguimiento a los rumores que le hagan sentir
incómodo.
Manténgase informado:
Encuentre la información más reciente de la OMS sobre dónde se está transmitiendo la COVID19
[en inglés]:
https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports/
Consejos y guías de la OMS sobre la COVID-19 [en inglés]:
https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019
https://www.epi-win.com/
Consejos y guías de la OPS sobre la COVID-19
https://www.paho.org/es/temas/coronavirus/enfermedad-por-coronavirus-covid-19
Cómo abordar el estigma social [en inglés]:
https://www.epi-win.com/sites/epiwin/files/content/attachments/2020-02-
24/COVID19%20Stigma%20Guide%2024022020_1.pdf
Nota informativa del IASC sobre el abordaje de la salud mental y otros aspectos psicológicos de la
COVID-19 [en inglés]:
https://interagencystandingcommittee.org/iasc-reference-group-mental-health-and-psychosocial-supportemergency-settings/briefing-note-about